miércoles, 1 de febrero de 2012

Magnitudes fundamentales

Toda la cabeza de repente se llena de ideas. Enfrentar un folio en blanco no es cosa fácil Lo peor es cuando llega el colapso de esa ideas y no escribes. Eso me está pasando. Vienen demasiadas ideas hacia mi cabeza y no se cual escoger. Ella sigue estando ahí, menos idealizada debido al tiempo. Y otras sólo son sombras en el pasado. La distancia siempre nos hace ser fríos, pero nos ayuda a descubrir sentimientos si los hay. 

Alejándome del contexto de los amores entro en el del trabajo. En mi caso es el estudio. En vez de estar escribiendo el vocabulario, escribo esto. Me dejo llevar por mis pasiones y dejo a un lado el deber. Ya sea por mi vagancia, o porque todavía no he madurado en ese ámbito. Hay veces en los que mis emociones influyen en mi trabajo y pienso: La vida no me trata bien, ¿para que hacer mis deberes?

Y luego... luego llega el domingo. Y te despiertas como si fuera un puto día de diario. Si la noche anterior no fue lo que esperabas, le darán por culo a todo. Sino, estudiarás y te verás preparado para un día de estudio. Es la casuística del día después. 

Para concluir, hay gente que sobrevalora el amor y lo hace inservible, hay quien lo infravalora (necios), y hay quien le da el valor justo de importancia. Unos sufren, otros se mienten y otros son el equilibrio. Yo no estoy en ningún grupo, porque no amo a nadie y nadie me ama a mí. Y como siempre, todo tiene doble sentido. Buscadlo.