miércoles, 9 de noviembre de 2022

Mañana más

 ¿Dónde caemos gente?

Es la pregunta más leída ahora que estamos ante el hundimiento de Twitter. Facebook e Instagram están literalmente muertos también. Va tocando un cambio generacional, y a blogger no va a ser. La cosa es que nos están entrecortando nuestras vías de comunicación, en algunos sitios la publicidad llena todo lo que alcanza la vista y en otros el algoritmo ha colapsado.

Pero ustedes no están aquí para hablar de esto, ustedes están aquí para que abra mis tripas una vez más.

Me siento en un limbo, cayendo, todo el rato, el sustillo de iniciar el descenso es continuo, es terrorífico. Las ideas no me encuentran y la única idea que tengo es la peor. Es infatigable como estoy perdiendo. Tengo que dejar de lamerme las heridas y tirar paralante, pero sigo en la cama soñando. Soñando, recordando, resoñando historias, teniendo alguna que otra pesadilla. Mi mundo onírico es más interesante que mi mundo real, o por lo menos más feliz.

El mundo real se derrite y eso quiere decir que cuando las barbas de tu vecino veas pelar pon las tuyas a remojar. ¿Créeis que por ser europeos no nos va a pasar nada?¿Qué vendrá alguien a ayudarnos cuando lleguen las inundaciones? A puro 20-30 oiga.

Esas son algunas de mis pesadillas recurrentes, cae un meteorito y explotamos todos. Se que es un sueño porque veo el meteorito cayendo, si pasase de verdad lo más probable es que me pillase despistado y no tendría tiempo de despedirme de los míos. Ahora manejo en mi cuerpo la gran enfermedad de nuestra vida, la que nos ha hecho mejores, la que nos ha hecho darnos cuenta de lo importante que es la sanidad pública. Ah no, que la pesadilla es real y eso era un sueño fantasioso. Que cosas eh, se recorta en sanidad y con la escusa del covid nos recortan libertades.

He borrado un párrafo, acabo de recordar que a ustedes no les gusta la política, menos aún si soy yo hablando de política. Me siento tan inútil y tan negado en todo lo que hago, es impresionante