jueves, 31 de diciembre de 2015

Fin

Escuchad esto mientras leéis:



Cinco años, seis meses y dieciocho días, unos 2027 días en total. Ese es el tiempo que lleva Veintitrés fundiéndose las entradas. Hoy quitaré los plomos y no cambiaré la bombilla. Me voy de aquí, necesito cambiar de aires, volveré con otra forma, otra paleta de colores y no hablaré de mí. Lo más seguro es que sea en Wordpress, por el cambio nada más, todavía no voy a tener un dominio propio.

Vayamos a lo literario, ¿no?

El Destino, Fanny, La Felicidad en Persona, La Música, Ella, El Espíritu... son más conocidas como:
Patri, Fanny, Lidia, Raquel, Aldana, Shanu. Ellas son las culpables de muchas de mis entradas y algunas son sólo hechas para ellas. ¿Qué le voy a hacer si soy un puto romanticón de los de la bilis rosa? Todas me aportaron algo y todas me ayudaron a crecer, aunque igualmente sigo siendo un niño. Ellas también son el motivo por el que pienso que las mujeres me caen mejor que los hombres. No os voy a explicar el porqué, porque me acabaría odiando a mí mismo y los penes me mirarían mal, en verdad no, pero que la chupen.

Entonces, ¿todo este blog ha sido una forma de ligar, hijodeputa? Quien piense esto tiene muchas deficiencias, mis entradas son una forma de transmitir lo que siento y en numerosas ocasiones, lo que siento por alguien. No sé en qué parte del camino me di cuenta de que quería hacer magia con las letras, retorcer palabras hasta convertirlas en amasijo de hierros enrevesados para embelesaros con mis embates. Cada vez escribía más torcido y la letra más apretada, tan apretada, que era algo asfixiante y hermoso de hacer, como la asfixia autoérotica. Eso sí, muchas veces acababa en gatillazo o se notaba el ahogo.

Y ahora me voy, que El Novato espera...

Han pasado unas cuantas horas desde que empecé a escribir esto, acabo de cenar y me dispongo a celebrar fin de año. Pero este año en vez de villancicos, ha tocado música para bebes. Porque está aquí Adita, mi sobrinilla, conmigo. Sol, luz y felicidad son las tres palabras que se me ocurren cuando la miro o pienso en ella. Así que con la felicidad de esta niña, me despido de ustedes. Nos vemos en otro bar, que a este le ha llegado la hora de chapar.

Por última vez, se despide de ustedes Raúl Veintitrés, que les vaya bien en la vida.