lunes, 20 de agosto de 2012

Y una vez por cada mes

Con el cansancio de más de una semana de fiestas, moragas, bailes, verticales y horizontales, se llega a este momento. Momento en que la cabeza no da más de sí, en el que no piensas con claridad y como el Sol por la noche te apagas. Todo se confunde y nada es lo que parece, te inventas mil historias para no poder dormir y no duermes, te olvidas de que todos los días sale el Sol.

Raúl, pìenso, da igual que no haya Sol, por la noche está la Luna, tienes que ser tranquilo como ella y recordar que no estás solo, que te acompañan montones de estrellas que estarán ahí incluso cuando ni la propia Luna esté por la noche. Lo malo de los pensamientos esta noche es que se llenan de niebla, que no te deja ver nada de lo anterior, y como esa niebla te empiezas a volver denso. Tan denso que es exactamente igual que si te desplazases en el interior de un agujero negro. Lo bueno es que cuando sales, no sales con la misma forma con la que entraste (radiación de Hawking). Es bueno porque te dejas de preocupar y vez que todo lo que te preocupaba era una idiotez y que te lo puedes tomar de dos formas y si te lo tomas de la buena... Sólo te confundirás las noches en las que hay un poco de niebla y no se ve la Luna, después de haber estado de fiesta, moragas, bailes y viviendo de la mejor forma posible, con felicidad.

La vida es como quieres verla y si la quieres ver mal, pues jódete.