viernes, 9 de diciembre de 2016

Vamos a hablar de jugar a la pelota

Se que todavía soy un "adolescente", refiriendo a tal palabra como, joven que no tiene ni puta idea de nada. Como tal, os voy a contar una cosa que he ido observando de aquí a hace unos años; los niños ya no juegan a fútbol en la calle.

Es algo muy simple, una idea muy concreta. Yo me fijo cuando hablan los mayores sobre sus batallitas en la infancia, y, a veces, me siento reflejado. Aunque yo las batallitas que tenga era de las putadas que me podían hacer o de cómo siempre era un mero observador de las gamberradas de mis amigos, porque era muy buen niño. Demasiado bueno. Pero recuerdo todas esas historias, sin padres, haciendo las gamberradas tal de tocar a un porterillo decir cualquier gilipollez y salir corriendo. Ya no veo a niños jugando en la calle con una portería improvisada que podía ser un portal, dos árboles, un árbol, o un par de latas sacadas de a ver quién coño sabe dónde.

Y eso me preocupa. Yo recuerdo que hacía mis deberes justo después de comer, a las 3 de la tarde, porque eso me dejaba libre toda la tarde para irme a jugar con los colegas. Lo que me incomoda, es que ya no veo al típico grupo de niños con una pelota en una plaza dándole balonazos a algo, que no los veo correr con la pelota y preguntarme qué están tramando.

Llegado a este punto, os preguntaréis que quiero decir con toda este vaina de niños jugando en la calle; me refiero a esa libertad para crear historias que teníamos y como eso me ha resultado muy importante para saber lo que es la libertad hoy día. Puede que haya derrapado millones con esta última frase, pero así es como me siento con respecto al tema de no ver a niños jugando por la calle. Los motivos por los que ya no están pueden ser varios, mucha actividad extraescolar, mucha tarea, inseguridad por parte de los padres, o una sobreprotección que les resta libertad a los propios niños.

Quiero recalcar, que es algo en lo que me llevo fijando bastante tiempo, no es que por yo ser ahora más mayor es como sino existiesen. Quiero intentar encontrarlos y nunca puedo. Quiero ver que estoy equivocado y que los chavales de ahora se lo pasan igual de bien que yo lo hacía en mis tiempos. Y yo no estoy diciendo que me pegase todas las tardes por ahí, tenía millones de cosas aparte. Por ejemplo: mi futbito de los 6 años, mi kárate de los 7 y 8, y mi catecismo; todas esas cosas me duraron nada y menos porque me hartaba; me hartaba estar en el mismo lugar en algo que no me gustaba del todo y así se lo hice saber a mis padres. Ellos, siendo los mejores padres que uno puede tener, nunca me transmitieron ninguna sensación de que yo tenía que estar ahí por cojones, sino porque si me gustaba no tenía porque ser una obligación. Aparte de aquello, tenía otros hobbies, subía al piso de mi vecino porque tenía internet y me encantaba "jugar con la compu", y me encantaba estar una tarde entera viendo películas que mis padres me habían grabado la noche anterior con el VHS, y, obviamente, tenía todos mis juguetes con los que jugaba a peleas y me inventaba historias estilo Señor de los Anillos.

Otra cosa que me llamaba la atención antes de ir a dormir eran los programas del estilo el informal, el pecado original y todas esas vainas que vinieron después. Pero, si alguien se acuerda de aquel programa, tenía mucho politiqueo de por medio, y yo ya sabía por aquel entonces quien era Trillo, Rubalcalva, Zaplana, Aznar y sabía quién eran los "buenos" y quien los malos porque sabía a qué votaban mis padres. Hasta estuve en la manifa del "no a la guerra", hasta que Aznar hizo lo que le salió del puto bigote. Eso en los niños de ahora no lo veo, no veo que sepan más allá de sus dibujos animados para imbéciles (porque Shin Chan era un hijo de puta provocador que hoy día estaría prohibidísimo por la supervisión de estos padres sobreprotectores); de sus clases de colegio; de saber algo de la vida de los adultos más allá de lo que puedan ver en su casa; de saber que hay vagabundos malos y buenos, de que la vida les va a ser injusta en algún momento sin que sea culpa de sus padres.

No sé cómo seguir está entrada porque muero de sueño, la continuaré en algún momento. Espero críticas por todas las capulladas que he dicho, está entrada está escrita en caliente y sin saber muy bien que decir; pero espero que con sus críticas, espero que sensatas, pueda encauzarla un poco más a lo que quiero.

Buenas noches.