martes, 23 de diciembre de 2014

Y naufragar

Se empieza a escribir lo que se piensa y, en algún momento de la senda, el tigre te mira con tus fauces y te hipnotiza. Sólo te deja dos opciones, correr o quedarte quieto, muerto de miedo.

No morí aquel día, pero me quede parado. En mitad de la selva, sólo se oía el silencio, parecía que estaba yo solo y los animales, el sonido del viento, mi corazón inerte, no existía nada pero a la vez, todo. En mi cabeza se escuchaban tristes ecos quejumbrosos recordándome lo que algún día tuve. No se cuántos días pasaron, pero pasaron. ¿Fue una pérdida de tiempo o tan sólo estaba preparándome para algo?

Comprendí muchas cosas que hice mal, como estar allí petrificado, pero no hice nada por solucionarlo. Había muchas voces en mi cabeza, pensé que me estaba volviendo loco. Me sumergí en aquella locura y pude analizar una a una todas esas voces. Esas conversaciones me reafirmaron en mis planteamientos iniciales, eran los miedos que me habían dejado clavado en aquel sitio. Les hice frente y les vencí, pero sólo en mi mente. Resultó que había estado viviendo, que sobreviví, pero no me había dado cuenta.

¿Cómo salí de ahí? Me cogieron, es decir, me cogió un espíritu del brazo e hizo que me moviese. Me obligó. Y eché a correr. Y aún todavía, sigo corriendo, pero estoy dándole vueltas a esa selva y no encuentro una salida. Porque no la hay, es un bosque espeso en medio de una isla. Así que tendré que sobrevivir y vivir, porque naufragué, me deje llevar por una marea tan lentamente que sin casi darme cuenta, vi las fauces del tigre, que eran la realidad. Esa sensación de realidad, tan dura y despiadada, hizo que me bloquease, me hizo preguntarme muchas otras cosas, de ahí las voces de mi cabeza. Necesitaba esa reflexión pero también necesitaba actuar en consecuencia de mis prioridades. Sinceramente tuve suerte de salir vivo de ahí, la suerte, de que aquel espíritu me sacase del brazo, y me pusiese a correr.

"Vivo en un archipiélago donde tocan el tambor y la gente se mueve"

domingo, 7 de diciembre de 2014

El grulemat se hiso un tatú

Se supone que así se escribe, pulsando teclas. Tecleas lo que quieras poner y lo pones. Esta mierda no se puede hacer ni bien ni mal, depende del estilo con que se haga. Intenta no cometer fallos en tu escrito y publicalo. Solo así conseguirás progresar. Hay que hablar de sentimiento, de que necesito una puta marca en la piel, más conocida como tatuaje.

Mi tatuaje se basa en una calavera en mi espalda, que después se convierta en un esqueleto indio, encima de unos folios; con un tintero, una pluma en una mano, y una pipa de la paz en la otra. Un esqueleto amigable y entrañable, que lo veas y no de miedo. Que de un aire de buen rollo, buen humor, a pesar de estar muerto. Los folios... haceos una idea de por qué son, y un esqueleto sentado fumando, encima de su trabajo con un semblante sonriente. Lo quiero indio porque estaría gracioso que llevase un tocado en la cabeza mientras fuma en su pipa de la paz. El caso es fumar, todo lo que se fuma, no tiene porque ser malo.

El tocado le daría personalidad, porque de cualquier otra forma, un esqueleto es un esqueleto y no representa a los de huesos de quién corresponde. A no ser que tenga una lápida encima que diga su nombre y su nombre sea recordado. Mi espíritu parece que mi subconsciente quiere que sea indio, ese sentido de la libertad y la naturaleza que habitaba en aquel pueblo, que gente de mi país, pero no de mi época, sometió poquito a poco hasta que al final desaparecieron. Sólo nos quedan algunos genes.

No tengo dinero para hacerme tan gran tatuaje en la espalda, así que quiero empezar con algo pequeño, en mi brazo izquierdo, porque se que nunca cambiará, pero que siempre me ayudará a escribir. No tengo ni idea de lo que va a ser, pero va a ser un símbolo. No se si de mis vicios o virtudes, de que tenga el pelo largo y de mi rebeldía por no querer cortármelo, de lo poco responsable que soy para recordármelo. Puede ser todo eso y mucho más. El "puedo y no quiero", no se exactamente si hay algo que represente eso. Pero quiero tenerlo, en mi hombro izquierdo...

De momento, la noche cede ante mi y yo cedo ante ella, voy a dormir, voy a tener sueños de los que nunca me acordaré, voy a pensar cosas que nunca soñaré, y, me hundiré en la oscuridad, poco a poco, dejando que mi mente se olvide de mi respiración, dejando que mi respiración vaya sola, al igual que yo hacia el sueño, al igual que yo hacia un destino, que no conozco, pero, que con ganas, exploraré. Da igual que sea malo o bueno, de los dos modos aprenderé, no soy un necio, aprenderé el camino para poder volverlo a visitar y ver, lo que hice mal; y disfrutar recordando, lo que hice bien. Buenas noches aunque sea de día, mis queridos lectores, porque, aunque sea de día, la noche os llegará y siempre tenéis que pasarla bien. Podéis tener un día de mierda, muy complicado, pero aseguraos que la noche es buena, que os calma, mirad a la Luna, y decid, ahora es cuando olvido el día que pasó y pienso en que el día bueno es mañana cuando me despierte, después de ver en sueños lo que quiero. Después de ver en sueños, lo que quiero. Ahora sí, buenos sueños.