martes, 8 de julio de 2014

La luna se apaga, las estrellas siguen ahí fuera.

Caminando por la calle polvorienta de la soledad. El sol del atardecer cayéndote en la cabeza y respirar polvo, humo y recuerdos. La gente se cambia de acera, los trenes pasan y tú sigues sin rumbo fijo. Un paso, otro; otro más. Así suceden las cosas, de pie, sin encontrarte con nadie, encontrándote la suerte sin que te avise.

Marcamos el primer rumbo, beber y fumar. Hasta que el hígado y el pulmón aguante, la cabeza esta acolchada después de tantos golpes, el corazón puede que te lata despacio, ya no te sorprende nada. Seguir bebiendo, otro cigarro, cambiamos de bar porque en el que estabas le has gastado el alcohol, o ya te aburre. Andar con un ojo en el paquete porque como se te acabe, ha llegado el fin de tu noche, reza porque mañana no sea domingo y tengas que ir a un chino a mendigar cigarros sueltos para quitarte los malos humos por el mono.

Mujeres, siempre tan preciosas y a la vez tan cabronas. "Se mira pero no se toca". Muchos hombres parece que abarcan esa conclusión en cada neurona dañada. Tienen el concepto de "se mira pero si me toco". A esa conclusión si que llegan al final de la noche. ¿Unos pajas? No, una impotencia de dos cabezas que te quita las ganas de todo, a no ser que llegues lo suficientemente borracho como para que una de las dos cabezas se levante.

Esa conversación graciosa, que rememorarás al día siguiente, que se la contaras a todos tus amigos, aquella gran hazaña que soltaste por la boca. Aquello, que te causó el dolor de mandíbula por la carcajada. Escupiste el humo del cigarro en forma de babas, un "pffff" que de haber alguien delante lo hubieras bañado.

Mientras sigo de bar en bar, mientras la noche cada vez es mas noche, quieres volver al juego, al juego de hablar con una mujer de algo interesante que domines, hacerla reír, confundirla, decirle que era broma y reír. Conocer a alguien nuevo del sexo que te interese es lo mejor. Es algo que esta puro, es algo que no sabes por dónde ni cómo va a salir, es algo que necesito. Obviamente mi proyecto de futuro con esa persona no va más allá del día siguiente, no va más allá de las tres de la mañana. Quiero divertirme, reírme con alguien diferente, conocer a alguien diferente, alguien, con quien sentirme igual tan sólo un rato, sin conocernos de nada. Esa sensación de haber conocido a parte de ti mismo, siendo alguien completamente extraño. Saber que somos únicos pero ver partes de nosotros mismos en otra persona. Querer ser diferente a todo el mundo y que nos guste que alguien se nos parezca.

La charla se acabó, salir fuera del bar para continuar caminando, lástima, se te acabó el tabaco, mañana con más paciencia y la alegría de la espera, hablaré de nuevo con esa persona que me despertó el corazón. No habló de amor, hablo de sentir algo diferente. Ya habrá un café de por medio para que continúe el juego, ahora, de camino a casa, toca hacerse ilusiones.

Caminarás de nuevo entre la gente, sintiéndote solo, pero sabrás que las estrellas brillan ahí fuera.

martes, 1 de julio de 2014

Long long time

Hoy, se cierra un ciclo. Todo tiene un final, ya sea malo, o bueno, un final en toda regla. Ajeno a mí, el personaje Vincent Finch deja Youtube, se acabaron esas risas. (Spoiler)Por otro lado, Hank Moody deja su coche, se va a Nueva York, cogido de la mano de Karen.(Fin del Spoiler). Dentro de mí:

Ha acabado un curso, un curso que empezó en septiembre de 2012, un curso que me ha hecho crecer. Hoy definitivamente he dejado mi primer piso en el que he sobrevivido un año, el primer curso de una carrera ha sido completado. Es como si hoy se alineasen los astros y dejasen muchos finales, unos abiertos, otros cerrados. Ella y yo, nadando como dos almas perdidas, sobre el mismo viejo suelo. Esto también se acabó.

Pero, después de tantas conclusiones, seguimos con vida. La vida sigue, queda todavía mucho para el auténtico final. Entonces, después de tantos cierres, comienza una nueva temporada. Un final supone dejar muchas cosas atrás, por lo que, a mi favor, dejo atrás muchos de mis grandes miedos. ¿Lo haré bien esta vez? Quién sabe. Hay que seguir pulsando las teclas de forma diferente, siempre de forma diferente, para seguir algo nuevo. Algo que supondrá otro ciclo, algo que no se llamará Vincent Finch, Hank Moody, Ella; se llamará de forma desconocida, pero cuando se conozca, lo sabré, sabré la genuina genialidad que posee.

Algo que no va a cambiar es que escriba, que siga pegando mocos en este tablón de internet. Cambiará todo, hay muchos males por combatir, muchas doncellas por las que luchar, muchos fantasmas que derrotar. Hay que conquistar castillos, asediar discotecas, guardar en la memoria, plasmarlo en la pantalla. Hay que seguir viviendo día a día, dejar de estar sentado y levantarse, de eso he aprendido mucho. Luchar por lo que quieres, tener la conciencia tranquila, paz mental, y desde ese estado de omnipotencia, crear y descubrir. Cuando pase la tormenta del final, cuando esos espectros mueran, empezaré a escribir la siguiente página en blanco del nuevo tomo, todavía estoy releyendo el anterior, haciendo el comentario crítico a la puta novela.

Solo diré tres palabras para despedirme hasta no se cuando: Vivir, morir, renacer.